Día Mundial de la Salud Prostática. Claves para un cuidado responsable.
El 40% de los hombres mayores de 50 años padecerá enfermedades prostáticas, y ese porcentaje se incrementa, hasta llegar al 80-90% a los 80 años.
Este día miércoles 15 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Prostática. La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino. Está ubicada en la pelvis entre la vejiga y el esfínter urinario, por delante del recto y sus células producen parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides.
Las principales enfermedades son la hiperplasia prostática benigna y el cáncer de próstata.
La primera es una afección caracterizada por cambios estructurales a nivel de la próstata y puede generar un deterioro del músculo de la vejiga, alterar la función de los riñones y llevar a la insuficiencia renal. Entre sus síntomas se encuentran algunos como levantarse a la noche a orinar, aumento de la frecuencia miccional, sensación apremiante de ir al baño ante el deseo miccional y sensación de vejiga ocupada luego de orinar.
La segunda es el tumor visceral más frecuente en el hombre y una enfermedad polifacética que requiere de un enfoque específico para cada individuo. Durante mucho tiempo fue la segunda causa de muerte en los hombres mayores de 50 años hasta el final del siglo 20.
Afortunadamente, ambas son tratables, ya sea mediante procedimientos quirúrgicos o médicos en el caso de la hiperplasia, o con el examen digital rectal y el antígeno prostático específico (PSA) para el cáncer.
Insistimos en la importancia del diagnóstico temprano para ambas enfermedades, ya que está fuertemente asociado con un mayor índice de curación. Esto se realiza mediante un control urológico a medida de cada paciente, teniendo en cuenta su edad y la presencia o no de factores predisponentes.
Otro factor clave es la implementación de una buena alimentación y nutrición a la hora de prevenir enfermedades prostáticas. Brócoli, repollo, coliflor, margarina, aceites vegetales, frutos secos y semillas, germen de trigo, granos enteros, cereales integrales, tomate, sandía, pomelo, pescado, avena, soja, mariscos y mucho consumo de agua; todas son buenas incorporaciones a nuestra dieta diaria que contribuyen favorablemente para la salud prostática.